Remedios contra el estrés

Tanto en tu imagen por fuera como en tu salud, los aspectos psicológicos cobran especial importancia.

Hoy en día, las tensiones del trabajo, las responsabilidades, el ritmo de vida y demás hacen que estemos más expuestos al temido estrés.

El estrés es la respuesta del cuerpo a condiciones externas que perturban nuestro equilibrio emocional.

El resultado fisiológico de este proceso puede derivar en dos procesos. O bien tenemos el deseo o necesidad de huir de la situación que lo provoca o bien nos enfrentamos a ella de forma un tanto violenta.

En esta reacción participan casi todos lo órganos y funciones del cuerpo, incluido el cerebro, los nervios, el corazón, el flujo de sangre, el nivel hormonal, la digestión y la función muscular.

El estrés produce cambios químicos en el cuerpo. En una situación de estrés, el cerebro envía señales químicas que activan la secreción de hormonas (como la adrenalina).

Las hormonas inician una reacción en cadena en el organismo: el corazón late más rápido y la presión arterial sube, la sangre es desviada de los intestinos a los músculos para huir del peligro y el nivel de insulina aumenta para permitir que el cuerpo metabolice más energía.

Estas reacciones permiten evitar el peligro. A corto plazo, no son dañinas. Pero si la situación persiste, la fatiga resultante será nociva para nuestra salud.
Las situaciones de estrés también pueden puede estimular un exceso de ácido estomacal, lo que puede dar como resultado una úlcera.

También puede contraer arterias ya dañadas, aumentando la presión y precipitando una angina o un paro cardiaco.

De la misma forma, el estés puede provocar una pérdida o un aumento del apetito de la persona que lo sufre, con la consecuente variación de peso que esto supone.